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BOG WITCH - Girl in the box: Folk oscuro en una pesadilla circense

Por Esteban Mauricio Soria




Desde Georgia, la cantautora Wendy DuMond, bajo el seudónimo Bog Witch, nos entrega Girl in the Box, una canción de folk oscuro con un giro moderno, íntima y teatral, que revela en sus versos un mundo de control y sumisión convertidos en espectáculo.

La canción toma como punto de partida una imagen aparentemente inocente: una asistente de mago en un espectáculo clásico. Sin embargo, bajo esta metáfora se esconde un relato de sometimiento, cosificación y pérdida de identidad. La “chica en la caja” no es una ayudante voluntaria, sino una mujer atrapada en un rol impuesto por una figura de poder, el mago.


“I am the girl / In sequins and pearls / I've lived my / Whole life as your prop”
. La protagonista se presenta como un objeto brillante dentro de un espectáculo donde no tiene voz ni decisión. La caja se convierte en símbolo de todas las estructuras que la contienen y anulan: relaciones tóxicas, expectativas de género, una vida en la que se ha perdido el control. El mago decide su destino, truco tras truco.

En una poesía de artificio y desgarro, la letra está llena de referencias al lenguaje del ilusionismo: la rueda giratoria, los cuchillos, el serrucho, el encierro en el cofre, que funcionan tanto de manera literal como simbólica:

“Then you saw me half / While I try not to laugh”, dice la canción. La ironía del verso revela una doble fractura: física y emocional. El truco de partirla al medio se convierte en la metáfora de una identidad escindida, deformada. 


Más adelante, la canción alcanza uno de sus puntos más oscuros: “My life is Mismade / I live in my grave”. “Mismade” es una referencia directa a una ilusión clásica del repertorio mágico, que aquí funciona como un diagnóstico existencial. La protagonista vive descompuesta, armada incorrectamente, como una vida forzada a ser algo que nunca eligió.

Cada imagen encierra un grito contenido en un ámbito de espectáculo, que está destinado paradójicamente a entretener —“All the while I scream”.

A nivel musical, los arreglos de la canción lucen tenebrosos y refuerzan el aspecto de pesadilla circense en la que se ve envuelta la protagonista. La bella voz de DuMond nada entre la locura, la resignación y el sarcasmo, y junto con la guitarra acústica sostienen el pulso narrativo-musical, mientras la mandolina y el sintetizador refuerzan el aura oscura de la obra. 



Bog Witch
 nos habla de las múltiples formas en que una mujer puede ser atrapada —en una relación, en un rol, en una situación de poder— sin que nadie parezca notarlo. Pero esta vez, la chica no desaparece dentro del truco, no se pliega sin dejar rastro. Esta vez, la chica habla. Y eso ya es magia suficiente.


BOG WITCH