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BILDJAN - Stranger: Un torbellino de deseo en clave dream pop

Por Esteban Mauricio Soria 


Desde los callejones iluminados por neones del imaginario ochentero hasta los clubes digitales del siglo XXI, Bildjan presenta “Stranger”, en colaboración con la cantante Fe Maletiz. El productor de Estonia radicado en Nueva York explora musicalmente la historia de un encuentro inesperado que desata un enigma de atracción e incertidumbre.

“Stranger” es un electro-pop con pequeñas reminiscencias al dance music de los 80s y 90s. La mezcla cuida todos los matices y la voz de Fe Maletiz que, por momentos reverberada, parece venir desde un sueño o una película de misterio retrofuturista.

Esta canción pop que narra el encuentro con un “extraño” en una calle vacía, una figura cargada de ambigüedad. En verso inicial —“Walking down the empty street / Heart is drumming, skipping beats”—, la protagonista se ve arrastrada por un presentimiento disfrazado de atracción.


El verso “I see a stranger in the night / I see sparkling, frightening light” introduce a la figura central del extraño, lo presenta como una figura cargada de ambivalencia. Se hace alusión a una atracción peligrosa, como si lo que deslumbra también quemara. Esta doble
condición impregna toda la canción: lo hermoso y lo amenazante, lo deseado y lo prohibido.

Un verso se destaca por poesía: “Fear is but a twisted Wheel”. El uso de la metáfora de la rueda sugiere que el miedo da vueltas y regresa. El estribillo, con su dualidad entre “Stranger, stranger / What you’re hiding in your heart” y “Danger, danger / Don’t you tell no one”, nos muestra un conflicto no resuelto entre atracción y advertencia, eso que nos llama y que podría destruirnos. La repetición de “danger” refuerza el carácter prohibido del vínculo. Es como si el deseo implicara una transgresión. El yo lírico no se atreve a nombrar del todo lo que ocurre: la experiencia permanece envuelta en sombras.

“Stranger” es un homenaje estilizado a la estética nocturna de la cultura pop electrónica, convierte ese instante de atracción en una escena eterna, donde el miedo y el deseo se cruzan con vínculos fugaces y melodías que se resisten a desvanecer.