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NAHUEL MARTÍN CASTRO - DISTÓPICO - Annunaki

ANNUNAKI: Distopía desde las estrellas

Por Esteban Mauricio Soria


En “Annunaki”, la octava canción de Distópico, Nahuel Martín Castro se sumerge de lleno en una distopía de raíces mitológicas, abriendo una narrativa alternativa que sugiere que todo lo que conocemos podría ser una ilusión. Los annunakis son un grupo de divinidades de la antigua Mesopotamia, conocidos como "los que vinieron del cielo a la Tierra", descendientes del dios Anu (dios del cielo) y la diosa Ki (diosa de la tierra). Una de sus principales funciones era decretar el destino de la humanidad, y algunos autores han utilizado estos seres mitológicos para reinterpretarlos como entidades extraterrestres que habrían colonizado la tierra.

Desde el aspecto musical, estamos ante uno de los pasajes más experimentales del disco. La incorporación de una voz en off hacia el final —con un mensaje de profecía o extraterrestre— refuerza esta sensación de revelación cósmica que atraviesa la temática de la canción.



Pero más allá de estas especulaciones, la letra usa estos conceptos para apuntar directamente al corazón de la manipulación cultural: “La mentira nos creó en base al miedo”. Hay una sospecha de que fuimos formateados desde lo alto —ya sea por dioses, por élites, o por los dispositivos simbólicos del poder—, y que eso nos alejó de una verdad originaria y que, además, deja entrever que el miedo es la herramienta fundacional de este mundo alienado. Las frases se construyen con un ritmo oracular: “Todo lo que fuimos, todo lo que hacemos, todo lo que soy...”, como si el yo se desarmara ante la magnitud de un destino colectivo programado desde afuera.

Sin embargo, entre los ecos del fin del mundo y la revelación ancestral, aparece también una tensión entre la fatalidad y una lejana posibilidad de redención: “Abrir los cielos puede hacernos cambiar el alma humana”. Hay una fe en que, al conocer el artificio, es posible trascenderlo. “Ascenderás cuando el cuerpo se destruya igual”, dice, sugiriendo una forma de salvación espiritual más allá de la materia.



Dentro del universo temático de Distópico, la distopía de “Annunaki” no se proyecta hacia el futuro, sino hacia el pasado remoto, sugiriendo que el mundo que habitamos ya nació manipulado e intervenido por fuerzas superiores. El control ya no se ejerce con cámaras ni algoritmos, sino con símbolos, mitos y estructuras invisibles que llevan miles de años funcionando.


NAHUEL MARTÍN CASTRO