Por Esteban Mauricio Soria
Saint Nick the Lesser es un proyecto encabezado por Nick, un
artista que convirtió su historial psiquiátrico en material narrativo, su
música está moldeada por años de lucha interna y búsqueda de sentido, alternando
entre los silencios densos de las salas de espera de salud. “21 Minutes” es un
resultado interesante de este proceso.
Musicalmente, “21 Minutes” es directa, se mueve entre el
folk, el rock y el western americano. La
letra de “21 Minutes” es el relato de un intento de suicidio. Comienza con una
fecha concreta: "January one, twenty fifteen". La escena es bien
cinematográfica: un joven encerrado en el baño, las manos abiertas, una hoja de
afeitar al lado. Cada línea retrata no solo el acto, sino que también se puede
sentir el estado existencial que lo antecede: el aislamiento y la desesperanza.
El verso "The bloodstains on my bathroom sink / Self-portraits of all
my mistakes" condensa con una potencia brutal la sensación de culpa,
fracaso y autoimagen distorsionada que muchas personas con pensamientos
suicidas experimentan.
En la segunda parte, Nick reconstruye el contexto: "Six
months before, I'd built a wall". Describe el mecanismo de defensa más
común de quienes sufren en silencio: una máscara de bienestar. Esa pared hecha
de sonrisas esconde el llanto crónico, la soledad y la desconexión. El lenguaje
es físico y punzante: "scraped fingernails make bloody lines",
una metáfora del esfuerzo por salir sin lograrlo, del daño colateral de buscar
consuelo donde no lo hay. La ceguera emocional ya no distingue la realidad de
la oscuridad: "Colorized my vision; I lost sight / Of what was
right". Sin embargo, ahí mismo, aparece el quiebre.
De forma sutil pero determinante, la canción cambia de tono:
"But I guarantee that / Nothing ever stays the same". Este
giro es clave porque la canción no se regodea en el dolor, sino que busca
atravesarlo y salir del otro lado. Uno de los versos finales son los más
esperanzadores: "So don't do it / Cause you're worth it". El
final, que repite el inicio con una diferencia fundamental, es una nueva mirada
sobre sí mismo: "I was always more than enough".
En apenas tres minutos, Saint Nick the Lesser transforma una
experiencia límite en un manifiesto de recuperación. Su música no solo habla de
la oscuridad, sino de lo que se encuentra más allá: ese instante suspendido
donde alguien decide quedarse un minuto más. Y a veces, ese minuto, es todo lo
que hace falta para cambiar una vida.