Por Esteban Mauricio Soria
El cantante y compositor irlandés Fergal Nash estrenó este
viernes 21 de noviembre su nuevo single “Diego”, una emotiva y respetuosa
canción dedicada a Diego Armando Maradona, con motivo del quinto aniversario de
la muerte del astro del fútbol. El tema retrata no solo al ícono mundial, sino
también al ser humano detrás del mito: la genialidad, la tormenta y la
fragilidad que marcaron para siempre su leyenda.
“Diego” nació originalmente durante la maestría de Nash en
el Irish World Academy (Universidad de Limerick), donde los estudiantes debían
componer sobre una figura admirada que no perteneciera al mundo de la música.
Para el artista irlandés, la elección fue inmediata: la historia de Maradona
siempre lo conmovió profundamente, desde su imagen de niño prodigio saliendo de
los barrios populares de Buenos Aires hasta su consagración como uno de los
mejores jugadores de la historia.
La letra recorre esa dualidad: el talento inigualable de
quien convirtió el fútbol en arte, pero también el peso de la fama, los excesos
y las contradicciones personales del campeón mundial. El resultado es una
canción que entiende que el mito fue grande porque el hombre fue complejo.
El primer verso establece el origen, casi como si se abriera
un documental: “Out of the broken slums of Buenos Aires / There came a man who
shook this very world”. Desde el inicio, Nash evoca la simbología más poderosa
del relato maradoniano: el chico humilde que transformó su destino y cambió el
mundo con una pelota. Se subraya el contraste entre la crudeza de los barrios
marginales y el impacto global que tendría ese niño llamado Diego.
La segunda parte del verso es íntimo y nostálgico: “I can still recall being allowed stay up later / To watch those magic feet in Mexico”. Aquí, Nash habla desde la vivencia personal del hincha. Para muchos alrededor del mundo, Maradona fue el héroe de un recuerdo infantil, de noches inolvidables frente a la televisión, mirando el Mundial de México ’86 como si se tratara de una película irrepetible.
Luego viene el estribillo, que es simple y brillante: “Diego,
Diego, there is no need to mention your last name”. No hace falta decir
“Maradona”, con “Diego” alcanza. Una prueba inequívoca de que su nombre
pertenece a una categoría reservada solo a figuras que trascienden su campo. Pelé, Mozart, Messi, Elvis, Diego. Pero
Nash añade un matiz: “Your brilliance was tormented by your fame”. El
talento de Diego no se puede separar del conflicto con su propia celebridad.
Esa tensión es central en la vida del 10, y Nash la reconoce como una verdad
inevitable.
“Your sad
demise entirely your own fault / That’s something that I’m not afraid to say”. Nash
también asume que parte de su caída fue producto de sus decisiones. “But has
there ever been a genius without flaws?” La pregunta es retórica y poderosa.
¿Puede existir un genio sin grietas? Maradona, como tantos otros, vivió al
borde porque solo allí encontraba su manera de brillar.
“Your
dreams were on a field, not on a stage”. Brillante definición. Maradona
no era un intérprete diseñado para el show-business. Su escenario era el
césped, la pelota, el juego. El resto —cámaras, estudios, figuras públicas,
protocolo— fue siempre una celda donde no encajó.
Por eso también la canción es una celebración del Diego
jugador. Nash convierte
jugadas en versos: “You twist and turned, you broke their hearts / You turned
the game, into an art”. Aquí está el Diego del regate imposible, el
creador de cuadros en movimiento. No hay exageración: para millones, Maradona
redefinió lo que era el fútbol.
Luego, aparece la imagen del futbolista que era golpeado,
carneada, perseguido: “And when they kicked, you ran at them again”. Eso también era parte del mito: la
resiliencia, la valentía, la decisión de no esconderse nunca.
Las siguientes líneas son casi un resumen de su repertorio
técnico: “A clever flick, a little dart / An eagle eye, a killer pass”. La
gambeta, el pique corto, la visión periférica, la asistencia quirúrgica. Nash
vuelve a lo concreto sin necesidad de mencionar goles ni estadios: describe al
Diego que todos pueden ver con los ojos cerrados.
La última línea resume lo que sienten argentinos,
napolitanos y fanáticos del fútbol en general: “But we’re never gonna see your
likes again”. El hombre se fue, el mito quedó, y su vacío es imposible de
llenar. Puede haber jugadores mejores o más completos, pero otro Diego —con su
historia, su carisma, su tragedia y su milagro— parece imposible.
En lo musical, la canción se desarrolla sobre una guitarra acústica
con momentos de intensidad, una mezcla que el propio artista describe como
“Ryan Adams se encuentra con Nirvana”. Esa tensión musical refleja, también,
las luces y sombras que acompañaron al 10 durante toda su vida.
“Diego” llega además con un gesto muy especial hacia el
público argentino, país natal de Maradona y lugar donde su mito nació, creció y
se volvió eterno. Nash asegura que la canción fue escrita con honestidad,
admiración y respeto, consciente de lo que Diego representa no solo en el
deporte, sino en la memoria colectiva de varias generaciones.
Con una carrera independiente, giras en Irlanda y el Reino
Unido y múltiples lanzamientos, Fergal Nash nos abre el corazón con su música.
“Diego” ya está disponible en plataformas digitales.
Un homenaje desde Irlanda para el 10 eterno.


