Por Esteban Mauricio Soria
Last Resort abre una nueva etapa creativa para el
músico francés Luka, conocido previamente por su exitosa carrera solista con
Mercury/Universal y temas que alcanzaron el número uno en radio como Rêves
polyesters y Je ne pars pas sans toi.
Hijo del pianista de Les Frères Jacques, Luka creció
escuchando Chopin, Debussy, Duke Ellington y los Beatles, y a los seis años ya
había convertido Abbey Road en su primera obsesión musical. Tras una etapa de
giras, grandes escenarios y reconocimiento en la escena francesa, Luka decidió
alejarse de la industria musical tradicional y reconectar con su creatividad
desde un lugar más auténtico. Este viaje personal dio origen a Luka & the
Nightbirds, junto a colaboradores de larga data como Marc de Mequenem
(batería), Diabolo (armónica), Carine Gomez (violín) y Griff (trompeta).
Su nuevo trabajo fue grabado en vivo en Angie Studio, en la
zona rural de Cantal, utilizando un enfoque directo y sin retoques. Esta
decisión buscó capturar la intensidad del momento y reflejar “una declaración
visceral de amor a la música”, con Luka interpretando guitarras, bajo,
Wurlitzer y voces en sesiones en vivo junto a su banda de siempre.
El álbum está encabezado por el single “Vertigo”, una
canción que cuenta el duelo tras la pérdida de la madre del artista. Su sonido
combina la voz singular de Luka con la participación de Carine Gomez en el violín
y Diabolo en la armónica, que traducen musicalmente el vértigo interior del
duelo.
Last Resort representa un renacer artístico para
Luka, quien vuelve a encontrar el impulso creativo que lo define como
compositor y performer. Con esta nueva producción, Luka & the Nightbirds
invita al público a descubrir una obra intensa y musicalmente apasionada,
marcada por la autenticidad y la expresividad de un artista que regresó mejor
que nunca.

